Seguir creyendo en los Reyes Magos

No te asustes, no he perdido la cabeza, ni voy a hablar de Navidad 😉 Voy a hablar de ilusión, de no perderla, a pesar de todos los pesares. Porque la prueba y error, el caerse y volver a levantarse no nos puede hacer olvidar lo que queremos, buscamos y esperamos.

Tengo dos buenos amigos, cuya experiencia les hace recordarme, de vez en cuando, que tengo un problema con eso de «creer en los Reyes Magos», con ilusionarme con nuevos proyectos, con creer que puedo cambiar las cosas, que puedo apostar por todo lo que creo, por todo lo que quiero.

Y en parte tienen razón. En estos últimos meses, un bonito recuerdo, una oportunidad laboral y una divertida amistad se han roto y me han roto un poquito. He llorado, me he cabreado y me he repetido que nunca más, que no voy a dejarme caer de nuevo. Pero no, al final, como siempre, me he negado a dejar de pensar ¿por qué no? Por qué no luchar y esperar un empleo ilusionante, en el que disfrutar con lo que haces; por qué no confiar en personas que te demostraron cariño cuando amigos tuyos desaparecieron; por qué no apostar por lo te anima aquí y ahora.

¿De verdad tienes que conformarte? ¿De verdad tienes que asentar la cabeza y pensarlo todo dos o tres veces antes de ir a por lo que quieres? Sí los Reyes Magos son los padres pero esa ilusión que teníamos de niños, cuando les esperábamos, es real, existe y no puedes dejar que se vaya. Porque como dice Diego Torres en su canción Color Esperanza (no soy fan suya pero esto frase expresa bien lo que pienso) «mejor tentarse que dejar de intentar». Vale ya del «miedo, que da miedo del miedo que da».

Yo sigo creyendo que si quieres puedes, aunque duela, aunque cueste. ¿Y tú?